Tener hijos mellizos es un desafío permanente.
Desde la magia de ver cómo dos personitas crecen al mismo tiempo - con rasgos tan diferentes pero tan unidos- hasta el festejo de un cumpleaños múltiple con 108 invitados.
Y no es que se trate de una Recepción de los Reyes de Borbón donde hay que invitar por compromiso a todas las casas reales de Europa y hasta los jefes de estado amigos.
Simplemente es que mis hijos mellizos Genaro y Valentín han cumplido 7 años el 13 de noviembre y lo festejaremos el próximo sábado.
Como ya he comentado en otras oportunidades -por diversas recomendaciones psicopedagógicas - los pequeños concurren a primer grado pero a secciones diferentes.
Además, somos defensores de que a esta edad deben invitar a todo el curso, aunque después sólo algunos concurran a la fiesta.
Por lo tanto, hay que sumar a los 32 compañeritos de uno, más los 31 compañeritos del otro, más los amiguitos del barrio, los primos y demás familiares, que dan como resultado la friolera de 108 invitados.
Es de imaginar que no hay salón de cumpleaños infantiles habilitado para ese número de personas, ni presupuesto para enfrentar semejante erogación.
Además, no se puede calcular cuántos irán en realidad.
Después de analizar diferentes alternativas, y con la experiencia previa de Bautismos, cumpleaños y comuniones, es que decidimos festejarlo en casa.
Las compras mayoristas de chizitos, palitos, papitas y puflitos sumados a cientos de salchichas y panes de Viena permitirán a los niños disfrutar de una de sus comidas preferidas y a los papis elaborar fácilmente el menú.
Contando con los helados que traerá una de las madrinas, completaremos con golosinas la mesa de los dulces.
Eso sí, las tortas tienen que ser dos, las velas 14 y cada uno tener sus propios regalos de acuerdo a sus gustos y personalidad.
Es que en definitiva, son dos personas diferentes que además se esfuerzan por demostrarlo y exigen en el mismo sentido que cuando cantemos... “Que los cumplan los mellis” no nos olvidemos de repetir la canción con el nombre de cada uno según el orden en que nacieron.
Para ellos, es él cumple de cada uno y de los dos a la vez, sensaciones que sólo los hijos múltiples deben entender.
Para nosotros es una sola fiesta que no se suspende por mal tiempo, aunque el pronóstico nos anuncie lluvias para el fin de semana.
“La casa es chica pero el corazón es grande”, y el Payaso Poca Sopa asegura un show imperdible para chicos y grandes.
Perdón si al hacer la lista quedó en el camino algún amigo sin invitar.
viernes, 14 de noviembre de 2008
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