viernes, 1 de agosto de 2008

STEFANO

Es un niño de 11 años, rubio, hermoso e inteligente.
Además es muy cariñoso, siempre espera el abrazo maternal que le falta desde hace cuatro años.
Cuando era muy pequeño sus padres descubrieron que Stefano no escuchaba.
Recuperando su historia clínica los médicos concluyeron que una medicación suministrada al momento de nacer lo había dejado sordo.
Una vez recuperados del shock inicial, Miriam -La Flaca- y Alvarito decidieron que lo mejor era realizarle la operación de implante coclear que le permitiría escuchar.
Un oído biónico, colocado en el cerebro, que se fue regulando sin lograr los frutos deseados.
En el medio de la historia de Stefano, su mamá dejó este mundo, y el camino de mostrarle un espacio sin palabras quedó en manos de su papá y de sus otros dos hermanos, Gianni (que ahora tiene 7 años) y de Giuliano (de 15).
El implante no funcionó, para el Dr Curell había sido un fracaso, la maestra para sordos no se explicaba el porqué, vinieron técnicos de los Estados Unidos que nada pudieron hacer con la ciencia y el pequeño.
Stefano va a una escuela común, es uno de los mejores alumnos del grado, y con sus ojitos celestes y su sonrisa amplia da a entender cuando algo le gusta.
Pero la buena noticia llegó en los últimos días.
Casi sin explicaciones,Stefano comenzó a escuchar nuevos sonidos, nuevas voces, y hasta nuevos ruidos.
El bullicio de los recreos en el colegio, el tic-tac del reloj, y hasta el pip del microondas comenzaron a llamarle la atención.
El médico que lo atendió no tiene explicaciones para decir porqué ahora sí, y antes no.
El camino seguirá siendo largo,pero las perspectivas desde ahora son otras, para él y para los que lo rodeamos.
Stefano escucha.
Yo tengo mi propia teoría, que de científica no tiene nada, pero en estas cuestiones de cuerpo y alma, el cielo no sabe explicar.

6 comentarios:

carlosalvaro.gatti dijo...

Como Eugenia dice: hay cosas que se explican desde la optica del corazón.Milagro? madurez?? angeles protectores?, todas posibilidades valederas por cierto. Pero lo cierto es que Stefano comenzo a escuchar y las posibilidades que se tienden para él son diferentes.
Que sentí como Papá?? Alegria por un lado, una profunda alegria casi inexplicable con palabras. Por otro lado un cierto gusto a hiel, quien bregó y lucho por esto a brazo partido, no estaba físicamente para compartir ese momento, ese momento magico de comprobar que los sonidos llegaban a Stefano???
No estaba??? realmente creo intimamente que sí.

Verónica Tirados dijo...

Hola Maria Eugenia.
Que emocionante lo que contás!!
Desde donde uno explica estas cosas?? No se sabe, pero que bueno que pasen.
Las palabras del papá de Stefano, me dejan paradójicamente sin palabras. por una historia cercana.
Atravesando tanto dolor, merecida la llegada de cosas lindas. Una puesta a punto de la vida.

Vero

marta rodriguez dijo...

Dios llega muchas veces donde los médicos no pueden llegar. Lo aprendí viviendo cada día como mi último.La mami de Stefáno seguramente está muy feliz.-

Paula Barella dijo...

Que emoción, que alegría, que mezcla de sentimientos...
A veces en estas cuestiones de la ciencia y la medicina no se encuentran explicaciones lógicas, por eso hay que creer en los milagros, o en la lucha de la flaca que desde otra dimensión, logró que su dolor y su esfuerzo finalmente diera sus frutos.
Brindo por Stefano y sus sonidos !!!

la gringa chiabrando dijo...

Hola Euge , como andas, claro que lo entiendo, es que los tiempos del cuerpo no siempre son los tiempos del alma, y especialmente en los niños , solo hay que saber esperar , respetando ese tiempo, y te lo digo desde la enorme experiencia que me dan los pequeños grandes milagros con los que dia a dia me sorprenden.
un abrazo
La gringa chiabrando

Laura dijo...

Ay, qué emoción, qué milagro, qué falta de palabras para un silencio que ya dejó de ser.