viernes, 12 de septiembre de 2008

Cuatro cinturones

La aplicación de la Nueva Ley de Tránisto en la Provincia, nos ha traído una complicación extra familiar.
Después de mucho andar en viejos usados, este año logramos cambiar el auto por un 2008 - el que ya fue bautizado en su frente por Raúl- pero por suerte sólo fue chapa.
El tema es que en el asiento trasero hay sólo tres cinturones, como ocurre en la mayoría de los autos, y nuestros cuatro chicos no podrán subirse sin tener que pagar la multa respectiva.
Las escapaditas familiares a las sierras serán impensadas ahora, salvo, que como sugirió Genaro, se tome una pastilla de "chiquitolina" o lo escondan en el baúl, como rápidamente indicaron sus hermanos.
Como es el más flaco, es el más apto para ocultarse.
Por un atajo de tierra llegamos a la escuela, pero la verdad que frecuentamos la circunvalación para llegar a la casa de la tía Marcela, o del abuelo Lewis.
Sin dejar de pensar en la seguiridad que da tener a los chicos "atados", deberemos buscar una solución para poder seguir viajando en familia sin tener que dejar a uno de los pequeños en el camino.
Como verán, las viejas estancieras cotizarán en alza en el mercado del usado, ya que con algunos arreglitos y anexando cinturones pasarán a ser el auto elegido por las familias numerosas.
A partir de ahora, en el momento de elegir un auto, más que ver si tiene las cuatro ruedas y el motor, habrá que cerciorarse de que tenga los cinturones necesarios para todos los integrantes de la familia.
El perro, también deberá ir atado?

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