viernes, 19 de diciembre de 2008

BELGRANO

Nuestro hijo Joaquìn ha ingresado hoy al Colegio Belgrano para cursar su secundario.

Sí. Al mismo en el que usted escucha a los docentes reclamar por pagos justos y a los padres protestar por los días de clases perdidos.

No obstante fueron más de 700 los alumnos que intentaron lograr uno de los 256 bancos que estaban disponibles para el 2009.

La emoción y la satisfacción por el esfuerzo de Joaquín coronado hoy por la buena noticia de su ingreso con excelentes notas no nos libera de las dudas que como padres tenemos.

La doble escolaridad, la pluralidad de ideas, el deporte, la mixtura de todas las clases sociales en un ámbito educativo alcanzarán para compensar los días de paro, el escaso presupuesto y el desgano de algunos docentes, son sólo algunas de ellas.

La verdad que sólo el tiempo y las propias experiencias podrán darnos la respuesta cierta.
Uno siempre quiere lo mejor para sus hijos, aunque muchas veces no sepa qué es lo mejor, aunque lo intuya.

Ayudarles a desplegar sus alas y a volar con libertad, con responsabilidad y con valores es un ejercicio permanente de los padres, y cuando nuestro primer hijo puede demostrar por si sólo sus habilidades nos embarga la emoción pero también los miedos.

Es probable que las futuras preocupaciones pasen por el corte de pelo punk, el arito en la nariz o el piercing, pero cuando los chicos crecen uno tampoco los lleva ya de la mano a la peluquería del barrio y la fauna del Belgrano tiene mucho de rebelde, de contestatario y de transgresor.

Han sido parte de este camino que recién comienza su prima Celeste, egresada del Belgrano y por estos días becada en Italia quien entusiasmó a Joaquín con su colegio, la seño Pacha – una tradicional profesora de ingresantes a los colegios universitarios- quien no solo le enseñó Lengua y Matemáticas sino que con su propia historia le mostró otros desafíos de la vida.

Puso su granito la seño Jorgelina maestra de Ciencias Sociales de Joaquín quien pudo ver en sus curiosidades la búsqueda de nuevas respuestas.

Y también ha tenido la suerte de sumar a un compañero de caminos, Jeremías, hijo de una humilde familia con aspiraciones de que la educación le brinde a los suyos mejores posibilidades.

Por este encuentro y por la cadena de solidaridades un gracias especial a Ivanna.

Si a todo esto le sumamos los rezos de abuelos y tías, el apoyo y el aguante de los hermanos y papás, y todo su esfuerzo para prepararse, hacer el cursillo, rendir el ingreso (terminar primero la prueba de evaluación y bajar la rampa del colegio sentado en la baranda) y aprobarlo, podemos decir que hoy es un día de felicidad.

Ah!, y para un “pirata” como Joaquín, nada mejor que ir al Belgrano.

2 comentarios:

celes dijo...

Q bien Joaquito, aunque estaba segura de que iba a entrar..igualmente lo ams importante es q siendo tan chiquito haya sido SU DECISION.
Ahora a prepararse para las chupinas para ir a la cancha, a conocer la morgue del clinicas, pavear en el Nuevocentro shopping, cambios de look, muchso amiguitos, salidas y demas....la gente q fue al belgrano sabe q es asi
Y conociendo a mi primitito...q disfrute de NO HACER TAREAS LOS DOMINGOS A LA NOCHE!!!
Besos a todos
Disculpas mi pesima redaccion!

Laura dijo...

Felicitaaciones!!!!! Qué orgullo que Joaquín haya sido uno de los pocos que ingresó!
Tanto esfuerzo en tantos años, especialmente de los padres, tienen su recompensa-
Besos euge!