Despúes de más de 10 días, si Dios quiere,este fin de semana regresaremos a casa.
El incendio de una parte del living, como consecuencia de una velita encendida en un lugar que no correspondía, y la casa tiznada de negro en un amanecer de sustos, corridas y solidaridad nos puso ante un desfió que no imaginábamos.
Chela, la mamá de Raúl y abuela de mi hijos,y por consiguiente mi suegra, nos atendió como en un Hotel 5 estrellas y nos hizo sentir que estábamos de vacaciones.
Su generosidad y su paciencia para esta multitud invasora de espacios, televisores,y heladera será recordada con especial gratitud por todos nosotros.
El volver a dormir en en el viejo sofá del departamento de soltera, no estuvo mal,sobretodo cuando descubrimos con mi esposo que todavía entrábamos los dos acurrucados como entonces.
La casa va recuperando su color blanco, los árboles vuelven a brotar, pero la decoración desde ahora será con géneros, luces, o flores, pero ya no con velas.
Para todos los que se preocuparon por nosotros, los que nos auxiliaron esa mañana, los vecinos que corrieron, que abrigaron a nuestros hijos, que se sumaron a apagar el fuego y a darnos contención.
A los que nos llamaron, los que rezaron y agradecieron que no nos haya pasado nada, a
todos simplemente gracias, y la tranquera de nuestra casa seguirá abierta
viernes, 12 de octubre de 2007
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1 comentario:
Hola Maru, buen retorno a casa..seguramente todo esto sirvio para un monton de cosas,lo mas importante: todos bien!!!
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