jueves, 11 de septiembre de 2008

SARMIENTO SIN HIMNO

Los 11 de setiembre tienen para mí una nostalgia especial.
Como mi mamá fue maestra, ya de grande pude entender que esa fue una vocaciòn con la que nació, vivió y murió.
Comenzó sus días como ayudante en el colegio de Sobral, su vanguardista Rivadavia, pasando por sus primeras clases en un campo de Silvio Pèllico.
Entonces era muy jóven y con una pequeña valija esperaba que los viernes no lloviera o no parieran las vacas para que los Conrero pudieran llevarla hasta el pueblo más cercano y desde allí poder llegar a Villa María.
Con un poco de derecho de piso pagado, logró un puesto en Pasco, donde vivía en la casa de unos familiares de su amiga Lida.
Después, ya casada logró un traslado a la nocturna de Oncativo.
Los alumnos eran más grandes que ella y más malevos que el jóven esposo que cada noche la esperaba en la puerta.
De allí a la General Paz, pasaron otras suplencias, pero su vida transcurriò en "la escuela más grande y más popular", como le gustaba decir.
"Aquí vienen los hijos de los médicos y de los obreros", insistía orgullosa ante quien la quisiera escuchar.
Del aula, previos concursos, pasó a la vice, y a la dirección de la escuela.
Y nosotros, como familia, transitamos cada una de las baldosas del nuevo salón de actos que se hizo a fuerza de rifas, empanadas y festivales, o actuamos en cada una de las Fiestas de la tradición que se hacían durante nuestra primera infancia.
También comimos, vendimos, y servimos, los locros invernales que con la misma solidaridad de cada año preparaba Giyo Buompadre.
Con el mismo entusiasmo porque la tendríamos más tiempo con nosotras disfrutamos el día que se jubiló.A partir de entonces supimos que siempre seguiría siendo maestra.Mejor dicho, Directora.Por esto, y porque mi casa era una sucursal de la escuela, y porque cada maestra era alguien familiar y porque puedo recordar a cada una, con sus anécdotas y sus historias.
Porque su rectitud y enseñanzas quedaron plasmadas en una generaciòn de docentes y de alumnos que pasaron por esos años por la General Paz.
Por esto, y por mucho màs, es que cada 11 de setiembre,me preparo para ir al acto del Día del Maestro, para honrar a la mía, y a cada una de las que me tuvieron en sus aulas.
Pero este año el acto, tuvo un sabor amargo.
Con los pañuelitos descartables en la mano, listos para secar mis làgrimas de emociòn, en este Día del Maestro, No cantaron El Himno a Sarmiento.Con un nudo de emociòn contenida, y con un ramo de frescas flores en las manos, nos subimos al auto con mis cuatro hijos, nos fuimos al Parque del Sol donde está mi mamá, y como un acto de desagravio le dejamos las flores, y cantamos en un coro desafinado el Himno olvidado.

6 comentarios:

carlosalvaro.gatti dijo...

Sabor amargo amiga?? De ninguna manera!!! esa semblanza de Chichina es todo dulzura. Es amor puro, es nostalgia para ustedes las hijas. Es ejemplo de Vida para los nietos.
Es un canto de Vida que sigue, que se eleva al maximo de todo lo que dicta la nobleza de un alma que sigue pese a la ausencia fisica de casi ya 5 años, dando vuelatas por todas las aulas que transitó, pero por sobre todo por todos los corazones que marcó.
Y te puedo asegurar que el manojo de corazones ha sido enorme.
Recordando a Chichina es recordar y homenajear a todos los maestros argentinos.
Gracias por tanta emocion.

mariapasquali dijo...

¡ Que los parió ¡¡ como decían y dicen los gringos que vos y yo conocemos. Te acordas del Giigio Bompadre ¡¡¡ Gracias., me emociona mucho leerme en tus recuerdos.

Un beso Grande ,, ,del alma.



fernando Ostorero

mariapasquali dijo...

Querida Maria Eugenia, leer tu mail, melleno de nostalgia y las imagenes de tu madre , tus abuelos, esas maravillosas y tan educadas personas que tuve el honor de conocer , me hicieron lagrimear los tengo tan nitidos, en mi mente.sos una afortunada por tener tan lindos recuerdos no lo dudes...beeessooossss.

mariapasquali dijo...

hola Maria Eugenia,como siempre tus comentarios me encantanson sentidos y autenticos que es como escucharte,cuando estoy en tiempos de muchisimo trabajo,leo tus blog varios juntos asi sigo sabiendo cosas de tu vida,cuando no nos vemos veo que ya estas mejor ,me alegro ,te mando un beso enorme!!!!!!!!Chicha

mariapasquali dijo...

Los ritos son importantes... dijo El Pincipito
y por eso,hay que SOSTENERLOS
eS LO QUE QUEDA, CUANDO PASA LA VIDA
Es lo que tus hijos recuperarán de vos (cuando no estés)
y lo que te dará felicidad,porque ellos también a su modo lo van a RE CREAR

ME EMOCIONASTE. Rebeca

mariapasquali dijo...

He publicado algunos comentarios que me llegaron por e mail y que me parecieron llenos de emoción para compartirlos.
Maria Eugenia